“Ya no seré feliz. Tal vez no importa. Hay tantas otras cosas en el mundo” Jorge Luis Borges.
El deseo de felicidad se encuentra siempre vivo en la pareja., y como saben y como pueden reclaman al otro su necesidad de sentirse bien. Y a veces es verdad que la forma de hacerlo no es la más adecuada ni conveniente para a conseguir lo deseado. Pero el reproche y la culpa se instalan en una dialéctica ya aprendida que parece no conocer otra forma de expresar lo que se piensa y siente, lo que necesitan o desean y entonces los afectos se enfrían y la sexualidad se ausenta con la esperanza de volver de la mano nuevamente de la afectividad.
Lamentarse y culpabilizar al otro de tener demasiados espacios vacíos, carencias afectivas y/o sexuales, desmotivación o desgana para hacer esto o aquello, suele ser una práctica al uso en la pareja en conflicto. Asumir la responsabilidad que cada cual tiene en lo que hace o deja de hacer y por supuesto lo que permite al otro que haga o diga, sería un primer paso para entender y comprender lo que está sucediendo en su vida en común.
Sería importante y no menos interesante plantearnos algunas cuestiones que puedan dar respuesta a nuestras demandas, analizando si lo que queremos y esperamos de la pareja, está en consonancia con lo que nosotros podemos o estamos en disposición de darle a ésta. Esto quizá nos ayude a entender dónde radica nuestra sensación de ausencia de felicidad:
¿Qué queremos de la pareja?
ü Queremos alguien a quien amar y que nos ame.
ü Que nos respete, valore y cuide.
ü Alguien en quién poder confiar.
ü Que sea educado y a ser posible inteligente.
ü Que tenga buen sentido del humor.
ü Que nos guste, que nos “ponga” .
ü Que sea sensible.
ü Que tenga personalidad.
ü Queremos alguien a quien poder decirle lo que sentimos, alguien que nos mire a los ojos mientras hablamos.
ü Queremos alguien con quien poder compartir experiencias, vivencias y un proyecto de vida.
ü Queremos estar entre sus prioridades.
ü Queremos Fidelidad y compromiso.
ü Queremos sentirnos deseados. No sirve solo que nos lo digan, queremos sentirlo.
ü Queremos que le guste el sexo.
ü Y sobre todo, queremos alguien con quien sentirnos bien.
Y con todas estas cualidades y virtudes varias ¿qué esperamos de nuestra pareja?
Seguiremos…
Fdo.: Raquel Díaz Illescas